Saga Cincuenta Sombras
—Yo también te quiero, Christian, es solo que…
—¡No, no! —dice desesperado, y se lleva las manos a la cabeza.
—Christian…
—No —susurra, y en sus ojos muy abiertos brilla el pánico.
De repente cae de rodillas ante mí, con la cabeza gacha, y las manos
extendidas sobre los muslos. Inspira profundamente y se queda muy quieto.
¿Qué?
—Christian, ¿qué estás haciendo?
Él sigue mirando al suelo, no a mí.
—¡Christian! ¿Qué estás haciendo? —repito con voz estridente. Él no se
mueve—. ¡Christian, mírame! —ordeno aterrada.
Él levanta la cabeza sin dudarlo, y me mira pasivamente con sus fríos ojos
grises: parece casi sereno… expectante.
Dios santo… Christian. El sumiso.
(Christian Grey y Anastasia Steele )
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